Programa

Lo que caracteriza al FdE es la capacidad de ligar estas reivindicaciones concretas con aquellas de carácter más general, entendiendo la relación entre las primeras y las segundas. Así se articula la organización de la lucha estudiantil: planteando unas reivindicaciones generales que permiten estructurar un sindicato en torno a la máxima de construir una nueva educación.

Definimos educación pública como un sistema educativo de gestión estatal que asegure el derecho a formarse y a estudiar adecuadamente en base a las necesidades de la sociedad en su conjunto y nunca en base a intereses privados. Es por ello que, necesariamente, la gestión de la educación debe ser popular, basada en el control y administración de los propios trabajadores y estudiantes, y que garantice el desarrollo libre, igual y multifacético, sin condicionantes, de todo el estudiantado; respetando la democracia interna en los centros y basado además en el pleno reconocimiento de la riqueza lingüística y cultural de los pueblos.

Una educación gratuita es aquella en la que no existen trabas económicas de tipo alguno para acceder a cualquier nivel educativo. Esto quiere decir que una educación gratuita es aquella que rompe con la necesidad de una renta familiar elevada para el acceso a ciertos niveles de enseñanza. La gratuidad de la educación requiere de la existencia de becas y ayudas para sufragar el resto de gastos relacionados con los estudios, así como la eliminación de cualquier tipo de tasa en las actividades formativas que realizan los centros.

Una educación de calidad es aquella que procura el desarrollo del estudiantado, tanto en el ámbito académico como en el personal y social, en base a los objetivos pedagógicos planteados, teniendo como horizonte la formación integral del estudiante y la adquisición de conocimiento crítico. Ello redunda en el beneficio de la sociedad en su conjunto, en clave de desarrollo y enriquecimiento colectivo; y rompe radicalmente con la educación del empresario, en la que los contenidos educativos están dirigidos hacia el rédito económico empresarial y a formar, al no fomentar un pensamiento crítico, futuros trabajadores que no cuestionen un sistema que beneficia a las grandes empresas. La educación debe ser integral y multidisciplinar, basada en el método y análisis científico, que tenga como base una concepción materialista de la realidad.

Aquella que, cumpliendo todo lo anterior, se estructura en base a las necesidades de la mayoría del estudiantado y la sociedad en su conjunto, en cuya gestión la comunidad educativa sea protagonista.